¿Te has preguntado cómo tus ojos perciben los colores?
Es muy normal, a excepción de algunos casos particulares, percibir las formas, los colores y la profundidad por medio de nuestros ojos, sin preguntarnos cómo lo podemos hacer. Si te lo has preguntado, en este blog te lo enseñamos.
Así percibimos el color
El ojo humano posee diversas estructuras que trabajan conjuntamente en la percepción de las imágenes: el cristalino fija el objetivo, a la vez que el iris regula la cantidad de luz que entra al globo ocular, y la retina actúa como una capa fotosensible responsable de absorber los haces luz.
En la retina se encuentran dos tipos de células fotorreceptoras: bastones y conos. Los bastones tienen la función de distinguir entre formas, figuras y contrastes, mientras que los conos permiten dar nitidez y diferenciar una pequeña gama de colores del espectro de luz visible: este espectro de luz visible corresponde a longitudes de onda que van aproximadamente entre los 380 a los 750 nanómetros.
¿Qué es el color?
Es la percepción visual del ojo como resultado de su capacidad para discriminar entre las diversas longitudes de onda que forman parte del espectro electromagnético. Cuando un elemento o cuerpo es iluminado, absorbe parte de la luz (ondas) y refleja el resto. Toda la luz que se refleja (y se encuentra en el rango de los 380 a los 750 nanómetros) es captada por el ojo.
La luz en el interior del globo ocular se convierte en estímulos eléctricos por medio de los bastones y conos, estas señales viajan por el nervio óptico y llegan al lóbulo occipital del cerebro, asignándole un tono y forma específicos. La percepción del color depende de la intensidad de los rayos de luz que inciden en los elementos; en ausencia de luz, más opaco se ven.
El color rojizo de elementos como una manzana o la sangre tienen la capacidad de captar parte de la luz y reflejar una longitud de onda entre 615 y 780 nanómetros. Asimismo, los haces de luz entre 425 y 475 nanómetros son captados como azules.
Los ojos normalmente captan el verde, el rojo y el azul, por medio de tres tipos de conos receptores, encargados de capturar cada uno de los tres colores. Esto permite que percibamos los tonos resultantes de las diferentes combinaciones. El color negro es ausencia de luz, mientras que el blanco es la refracción de todos los colores.
Problemas en la forma de percibir los colores
Las alteraciones en la percepción de los colores pueden ser producto de anomalías congénitas o adquiridas. Estas se dividen en las siguientes:
- Tricromatismo anómalo: los tres conos receptores funcionan de forma alterada. Estos pacientes requieren una intensidad lumínica de colores básicos diferente a la de las personas comunes, para poder distinguirlos. En algunas ocasiones, se puede diagnosticar erróneamente como daltonismo.
- Monocromatismo: Suele ser la falta total en la percepción de los colores. Este es el resultado de tener la presencia de un solo tipo de conos en la retina o la ausencia total de ellos. El monocromatismo se manifiesta con visión borrosa, dificultad para enfocar en espacios de poca luz y en la percepción de objetos en tonos negros, blancos y grises.
- Dicromatismo: Es la afección de un tipo de cono. Por lo que la retina conserva dos tipos de conos, haciendo que la persona tenga una percepción distinta a la normal. El daltonismo es la forma más común de dicromatismo.
Los ojos son órganos muy complejos que funcionan en disposición de interpretar los colores, las formas y la profundidad. Por eso es recomendable acudir a tiempo al oftalmólogo si tenemos un síntoma visual. Es importante entender que no todas las afecciones tienen una rectificación total, pero se puede corregir, disminuir o mejorar las condiciones visuales adquiridas, según sea el tipo de afección y el tiempo que lleve presentándose.